1,5⭐

Tercer libro que leo de monster romance, a ver si conseguía que alguno no fuera propaganda antiabortista o no te metiera una violación, pero nada, oye, que es cosa imposible.
En general, el libro sí que tiene un interés amoroso en el que el hombre es un monstruo, cosa que hasta ahora no había encontrado porque todos eran hombres convencionales a los que simplemente les habían cambiado el color de la piel o les habían puesto cuernos, por lo que al inicio me llevé una grata sorpresa. Pero rápidamente todo se fue al garete porque:

1) Todos parten de que se rapta por alguna razón a la mujer. O sea, entiendo que son monstruos y que clásicamente a nadie les ha gustado, pero en pleno 2025 creo que se pueden crear sociedades en las cuales sean aceptados y se viva con ellos sin problema alguno, así no habría que empezar tomando a la mujer en contra de su voluntad.

2) Los personajes tienen menos complejidad que el mecanismo de un chupete. No veo que entre ellos haya nada de pasión o amor, solo veo como una mujer, por enésima vez, se enamora de su raptor, porque sí, de lo primero al final deriva esto. A Orfeo querían hacerle un hombre bueno, pero una cosa es eso y otra es que, sencillamente, parezca una marioneta. No tiene voluntad para nada, todo gira en torno a Reia, cosa que me da pereza profunda, y las motivaciones del tío es tener novia y ya. Que es verdad que algo se ahonda en ello, pero es tan superficial, tan tristemente llevado y una actitud tan cansina, que sientes que te quedas como cuando empezaste. Por el lado de Reia, es sencillamente una tía que no tiene misterio ninguno, es casi más simple que Orfeo.

3) Son incapaces de dejar de lado roles de género absurdos. Aquí simplemente me pregunto por qué, si desde el principio buscas un hombre bueno y comprensivo, pasas, a partir de la mitad del libro, a desarrollar un tío posesivo, celoso y demás gilipolleces, que parece que nunca vayamos a abandonar.

4) Violaciones encubiertas y una mala que de mala tiene poco. Como ya he dicho, la trama es ridícula, pero más ridícula es aún cuando te enteras de que la mala de esta historia será una humana de la que Orfeo se encaprichó hace dos siglos. Una humana, Katrina, a la que, obviamente, raptó. Durante todo el libro te pueden imaginar que ella era mala malísima con él, un grandísimo bicho vamos, y cuando la conoces, porque sí, sigue viva, te la presentan como una tía engreída y egoísta, así que en ese punto casi cualquier persona habría comprado que, efectivamente, es mala malísima. Pero, y si te digo que una de las razones para ser como era es que, aparte de haberla raptado, Orfeo la había violado, ¿cómo te quedas? Pues aquí la autora se montará la paja mental para justificar esa violación como algo que sucedió por "desconocimiento" y porque Katrina no le había dicho que no, aunque durante todo el libro Orfeo diga varias veces que era obvio que ella no quería estar allí. Esto, sin añadir, que como él es un monstruo y sus genitales son monstruosos, en varios sentidos, nos narran cómo para poder tener relaciones este monstruo tiene que cambiar la disposición de su ¿útero? ¿tripas? No sé, no me quedó del todo claro, por lo que las deforma sin posibilidad de cambiar de nuevo. O sea, una violación, una vez más, y encima queriendo poner de mala a Katrina porque obviamente no pudo decir que no.

Este libro es decepcionante y cae en todo lo horrible que se cae en este género, porque aunque se quiera disfrazar de subversivo, no es más que ideología conservadora colada de la peor forma en sectores que están abiertos a nuevas cosas y que, en principio, no tienen prejuicios. Espero que, si lees esto, te convenza para que no pierdas tu tiempo en este libro y, si aun así lo haces, no le compres toda la ideología patriarcal que quieren meterte entre ceja y ceja.