César Mallorquí

En cierta ocasión, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Sí, un espectro, una aparición, un espíritu. lo puedes llamar como quieras, el caso es que lo vi. Ocurrió el mismo año en que el hombre llegó a la Luna y, aunque hubo momentos en los que pasé mucho miedo, esta historia no es lo que suele llamarse una novela de terror. Todo comenzó con un enigma: el misterio de un obje­to muy valioso que estuvo perdido durante siete décadas. Las Lágrimas de Shiva, así se llamaba ese objeto extraviado. A su alrededor tuvieron lugar venganzas cruzadas, y amores prohibidos, y extrañas desapariciones. Hubo un fantasma, sí, y un viejo secreto oculto en las sombras, pero también hubo mucho más.

Telmo Yáñez parte de Navarra hacia Bretaña. Allí, el joven artesano va a participar de la construcción de la catedral de Kerloc’h, financiada por la Orden del Águila de San Juan. Pero esa extraña y colosal catedral encierra terribles crímenes y macabras ofrendas. Telmo no solo realizará una de las mejores esculturas de su carrera, sino que se enfrentará también al mayor de los enemigos. La catedral es una novela ambientada en el siglo XIII. Con ella, los lectores se adentrarán en el misterioso y fascinante mundo medieval. Los artesanos libres, dedicados a la construcción de catedrales, los templarios, las órdenes religiosas y las cruzadas serán componentes fundamentales del relato.

Un joven superdotado, aunque muy vulnerable afectivamente, se verá involucrado en un complicado plan de venganza orquestado por un poderoso narcotraficante boliviano de cocaína. Por las calles de Madrid se entrecruzarán las vidas de un asesino a sueldo, una emigrante latinoamericana y un adolescente.