Me ha parecido un bodice-rippismo de tomo y lomo (creo que el primero que he leído con tanto forzamiento), con un estupendo punto de partida que se acaba perdiendo en el cansino vaivén que es la relación entre los protagonistas. Él cree que es una pilingui y, en su primer encuentro, ella se comporta como tal. Pero a él se le pone en los cataplines que se tienen que casar y, como ella es una muerta de hambre y él un lord, pues bodorrio al canto con posteriores "refrotes que ella no quería pero que internamente acaba queriendo porque él no la trata mal y acaba disfrutando". Ya he dicho mil veces que estas cosas no me importan demasiado (no me tiréis piedras, que os las devuelvo) porque, aunque no me gusta leerlos, los puedo encuadrar en lo históricamente fiel, pero eso de que a través del chingamiento se llegue al enamoramiento hay que saber llevarlo, y me parece que la Graham no lo hace bien, más que nada porque ellos pueden disfrutar mucho en el lecho pero que fuera de él su relación no avance por los enormes malentendidos que tienen... Pues no, es algo que me cansa mucho y aquí se estira hasta el mismo final del libro. La relación entre ambos está estancada desde el principio y lastra todo el libro. Y ellos, que en un principio no me caían mal, me han acabado pareciendo muy pesados, con esa negación de sus sentimientos (y esa manía del maromo de soltarle a ella que es una f(p)ruta, pfffffffff...). Sin embargo, el contexto histórico (algo posterior a la muerte de Pocahontas) me ha parecido fascinante. Reconozco que me encanta que me cuelen historia en estos libros porque, para mí, los hace mucho más interesantes, y desde luego la historia de los primeros colonos en Virginia (el protagonista estuvo con John Smith) y todo lo que acontece en el periodo en el que transcurre la historia de este libro me ha interesado muchísimo, con la relación de los británicos con los nativos, un sangriento conflicto que tuvieron... Pero claro, esto es una novela romántica y esa parte es justo la que falla. Y tenía claro que le iba a dar dos estrellas hasta que al final del libro se le va la cabeza con un personaje y le da un final que me ha sentado como una patada en la peineta, así que le he bajado una estrella.