¿Novela de iniciación? ¿Rebeldía de una hija ante una ausencia ominosa? ¿Fusión de la narrativa de género con la opresión del Imperio? Autobiografía de mi madre tienen que ver con todo eso pero sus alcances trascienden largamente los ejes mencionados. El lacerante texto de Kincaid puede leerse como una balada sobre la pérdida y, también, como la recuperación de lo efímero a través de la palabra. valiente registro de la historia personal de la autora esta "autobiografía" habla de un personaje casi invisible que a lo largo del relato se vuelve omnipresente. Kincaid escribe con pasión y rabia, sin perder por ello la excelencia narrativa. Xuela, la protagonista, va mutando de niña huérfana a mujer en medio de un relato poblado de madres, hermanas y esposas, cuyas tensas relaciones son la materia prima de la saga. La familia, la escuela, la pareja, el sexo y el lamentable saldo del colonialismo se mixturan en esta historia enhebrada desde una franqueza brutal y, a la vez, con una conmovedora delicadeza.