Estoy sin palabras y con muchas lágrimas. Ha sido un viaje increíble y definitivamente inolvidable para mí leer esta trilogía. Adoro a Damen y a Laurent, y nunca olvidaré lo que me hicieron sentir y lo mucho que quería protegerlos de todo pero lo orgullosa que me sentía con cada paso que daban.

Aunque debo admitir que termino este tercer libro con una amarga pero sincera sonrisa. Sentí que todo lo que los dos primeros libros me dieron y se fueron construyendo para una épica conclusión, toda esa tensión y expectativa, fue resuelta en menos de 10 páginas y de una manera… confusa y decepcionante. Aún así aguardé esperanza en que las últimas páginas llenen ese vacío, pero no fue así y el gran final que esperaba para esta trilogía nunca pudo llegar en todo su esplendor.

Realmente es una lástima que varios momentos que pasaron a lo largo del libro opacaran todo lo que se nos mostró de los personajes en los anteriores libros. Hubo un punto en que sentía muchas escenas anticlimaticas y sin sentido, hasta llegué a no reconocer a Laurent cuando lo leía. ¿Dónde estaba mi rubio inalcanzable e intocable que siempre estaba un pie por delante de todos? No lo vi aquí