Para el lector moderno este libro se vuelve un poco denso. El formato epistolar no ayuda, sin embargo, da cuenta de la hipocresía con la que la sociedad aristocrática del siglo XVIII se movía. Es fascinante la libertad moral con la que se manejaban los personajes principales, la marquesa y el vizconde. Además de que los pone en nivel de igualdad con respecto al género que me parece excelente. Aunque transcurre en una época muy machista y siendo mujer ella sigue estando en desventaja con respecto a el, ambos son igual de desalmados y calculadores, lo cual demuestra que no importan el género, si sos una porquería, sos una porquería. El desarrollo de los personajes es increíble. Se convierten en nuestros amigos, somos sus confidentes, queremos saber que pasa, esa es la ventaja del formato epistolar. Es un libro para leer con tiempo y con paciencia.

En otro plano, está edición particularmente es bellísima pero con muchos errores ortográficos. Lo cual lo volvió bastante molesto de leer ya que eran bastantes y obvios. Por ejemplo una coma en vez de un punto, palabras que faltaban, etc.