Siento que no me gustó tanto como Rebelión en la Granja, particularmente en el tema de narración, pero aún así es una lectura muy importante. Particularmente me gustó la tercera parte, Orwell logra llegar a una conclusión al respecto que me sorprende. En especial tomando en cuenta que es un libro de 1948 y desde entonces pudo ver a dónde se dirigía la sociedad si seguía con el totalitarismo, y tal vez el mundo no es tal cual como el que se relata en este libro, pero la cantidad de similitudes que hay no pasan desapercibidas para mí.

La primera y segunda parte sirven para ponernos en contexto y plantear los sucesos de la tercera parte. Desde el inicio logra transmitir sus ideas, sí, pero batallé mucho con la narración específicamente de la segunda parte. Todo lo relacionado con Julia, no me gustaba cómo era descrito. Pudo haber transmitido su punto sin entrar en tantos detalles de algunas cosas, yo solo digo.

La construcción del mundo es impresionante. El desarrollo y final me dejaron muy impactada, logra transmitir sus ideas respecto a la importancia del amor, el arte, la individualidad de pensamiento y la libertad y cómo los medios, los libros u otras personas pueden convencernos de que la realidad es distinta a lo que es. Cómo podemos llegar a vivir una realidad simultáneamente a sucesos horribles y hacer ojos ciegos, o ser sometidos o creer que es lo correcto porque lo está cometiendo alguien con poder. Es un libro que siento que no puedo poner en palabras todo lo que me hizo ver y reflexionar, hay tanto de lo que hablar y no sé ni por dónde empezar. Tendré que digerirlo más.